viernes, 13 de julio de 2007

El encarcelado (Part. 3)

La celda donde metieron al hombre estaba muy cerca de la mía, y nos podíamos ver las caras. Este hombre era robusto y fornido. Tenía una estaura alta. Y llevaba unos arapos, cubriendo lo necesario.
Cunado el señor Jim se marchó a comer, hombre tomó conversación.
-Hola, Capitán Bob, he venido a ayudarte. Soy Willy Laurence. Sé que te han metido en esta cárcel injuntamente. No se si te acordarás, pero ya estube unos años de aprendiz con tu tripulación.
-¡Tú no puedes ser! ¡Willy! ¿Pero cómo has llegado hasta aquí? -estaba asombrado. Willy estubo dos años en mi tripulación, y luego, nos dijo que se iba al norte.
-Bueno, en cuanto me enteré de que te habían encerrado, intenté localizar a tu tripulación, pero no contacté con ninguno, y, tuve que venir solo.
- ¿Y que pretendes hacer? No me dejarán salir. Me han condenado a nosecuantos años por un crimen que no he hecho. -Era como si le suplicara que no hiciera nada por mi, pero en realidad, esa ayuda me venía estupendamente.
-Por eso. Tenemos que hallar la manera de escapar de aquí. - me dijo él, con tono comprensivo. Yo, que nunca he estado en una cárcel (aunque perseguido, algunas veces, por las autoridades, por eso de ser capitán de barco), me sentía indeciso, pero tenía que intentarlo, porque el comisario no iba a entender por las buenas que yo no lo hize.
De repente entro Jim, con la comida en las manos, y, así finalizó nuestra conversación.

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